Ofrecen para cibercampañas bases de datos...
miedo. La clase política en México, en general, es reacia a utilizar este tipo de tecnología, explica un empresario.
La avalancha de spots, mensajes y propaganda política que los partidos políticos buscan colocar en internet y telefonía móvil durante el proceso electoral que está en marcha, ha desarrollado, a la par, un mercado cuya línea con lo prohibido es muy delgada, pues se ofrecen al mejor postor todo tipo de tecnologías que contienen bases de datos y hasta padrones de personas, muchas de estas herramientas sin garantía de que sean legales, pero con la promesa de obtener grandes resultados.
Hay tecnología de todo tipo, legal e ilegal, y de varios costos, donde una base de datos te puede costar hasta 5 millones de pesos, o bien la renta de una antena para mandar mensajes o videos a los teléfonos celulares, mediante el bluetooth, que oscila entre los 40 mil y los 80 mil pesos mensuales.
Todo es según lo que busque el cliente, en este caso el candidato o partido político, y su precio también varía de acuerdo a lo que se pretenda o el nicho al que se quiera llegar, aunque muchas veces se corra el riesgo de incurrir en lo prohibido.
“Hay empresas que se te acercan y te ofrecen bases de datos, el problema es que no son a veces tan claros y no te garantizan que la base de datos sea legal y totalmente cierta, que ese es otro problema, porque tu mandas el mensaje y no hay forma de auditar o rastrear que todos los mensajes llegaron a quienes están en esa base de datos”, acepta Horacio Duarte, actual representante del PRD ante el Instituto Electoral del Estado de México.
El precio de una base de datos, con correos electrónicos de personas que radican en el Estado de México, por poner un ejemplo, tiene un costo aproximado de 5 millones de pesos en promedio, aunque su precio puede bajar o incrementarse de acuerdo al nicho o sector que se requiera.
Una base de datos se oferta de acuerdo al número de correos electrónicos que contiene, sector o ciudad, y el costo es de 10 ó 20 pesos por cada dirección electrónica.
“Hay ofertas, se te acercan informalmente y te venden bases de datos que te valen 10 ó 20 pesos por cada correo electrónico, y tu puedes agregar o desagregar de acuerdo a un territorio, gusto, focus group, tema político, o noticias, y entonces tu puedes producir trabajos y mensajes que tengan esa característica para que no te los rechace y no te envíe a spam (correo basura)”, explica Duarte.
COMO EN BOTICA… El perredista, quien también fue representante del sol azteca ante el IFE, reconoce que el problema en cuanto a los padrones o base de datos que se ofertan a los partidos o candidatos es verificar primero que no sean ilegales y que estén prohibidos por la ley para utilizarse.
Sin embargo, aclara que hay empresas que se dedican a la comercialización de correos electrónicos de ciertos servidores, como Yahoo o Hotmail, que permiten una distribución masiva de propaganda y no es ilegal.
La oferta de tecnologías para colocar propaganda política no sólo se limita al internet, blogs, messenger o correos electrónicos, pues los teléfonos celulares se han convertido en un medio tan o más importante que la web, por la penetración, alcance y accesibilidad que tiene entre la población y potenciales electores.
Al término de 2008 se calculó la existencia de 80 millones de suscriptores de telefonía móvil en México, pero en este 2009 se sumarán casi 10 millones de líneas de teléfono celular, por lo que al cierre del año habrá una base de clientes de 90 millones, de acuerdo con estimaciones de Merrill Lynch, una de las consultoras mas importantes en materia financiera.
Es por eso que el mercado de la telefonía móvil se ha convertido en un apetitoso botín electoral para los partidos, ya que pueden invadir con mensajes, videos o propaganda política los celulares de miles de personas de un solo golpe y en un solo lugar.
Es decir, ahora las plazas comerciales, conciertos, o espectáculos masivos y artísticos pueden ser objetivos de los partidos o candidatos para inundar, de manera inmediata, con algún mensaje proselitista los celulares de las personas que se encuentren reunidas en ese momento en dichos lugares.
El vehículo para llevar cabo esta labor es la tecnología bluetooth, que contienen la mayor parte de los teléfonos celulares, mediante el cual una persona puede enviarle varios tipos de información a otra, desde videos, imágenes, audios y tiene un costo en promedio de unos 40 mil pesos mensuales por antena, aunque su precio varía de acuerdo a lo que se pretenda.
“Aumenta el costo de acuerdo a la cantidad de antenas que quieras programar, ahí es donde cada equipo tiene otro costo”, explica Uriel González, quien junto con Francisco Fabián Moreno, son dos empresarios que han desarrollado la tecnología bluetooth para que mediante este tipo de herramientas ofrezcan ventajas o alternativas a los candidatos o partidos políticos en la disputa de un electorado, que pudiera ser la diferencia para un triunfo o derrota electoral.
“El bluetooth tradicional sólo te permite mandar un mensaje uno a uno, en nuestro caso, lo que hacemos es enviar uno a muchos, esto es una propagación en cadena como si fuera un virus.
“Tiene su origen en el llamado de boca en boca. Pero en este caso se transporta al celular, y esto se puede colocar en una plaza pública, en el Zócalo, y de forma directa impactas en miles de personas a las que les vas a enviar la misma información al mismo tiempo”, explica.
Para ello, el empresario desarrolló junto con un grupo de socios una antena con un radio de 100 metros a la redonda, que puede ser extendible por medio de otra antena, con el cual se manda la señal del bluetooth y el mensaje que se quiera.
“Es una fuente mas rápida y aparte podemos crear estrategias más atractivas para ciudadanos, podríamos enviarles un jueguito, algo que les atraiga y a la vez difundir la imagen o lo que el candidato quiera que difundamos.
“Hay que recordar que el voto independiente está entre los 18 y los 30 años, es uno de los índices más volátiles y que ningún partido ha podido captar”, advierte.
González explica que los mensajes que se envían vía bluetooth son personalizados, “porque la gente está con un temor de que le entre un virus a su teléfono”, por lo cual se los mandan con el nombre del partido o candidato que los contrate.
No obstante, el empresario considera que la clase política en México en general es reacia a utilizar este tipo de tecnología, pues no la conocen y les da miedo el cambio, por lo que recurren a los métodos tradicionales de hacer propaganda política y no se atreven a innovar.
Varios de los partidos políticos prefieren mantener la estrategia convencional por sobre la tecnología alternativa, que pese a sus muy variados costos, algunos de ellos millonarios, tienen muchas ventajas para quien los utiliza en su beneficio.
Algunos políticos, como Horacio Duarte, actual precandidato del PRD a una diputación federal, plantea que los partidos no sólo renten, sino que adquieran esa tecnología, lo que la postre les otorgará ventajas sobre sus adversarios políticos.
“Soy de los que creo que puede costar un poco la inversión inicial, pero al final del día en términos de costo-beneficio siempre será mejor tener esos mecanismos, eso sí, se requiere mantenimiento y actualización constante para evitar que se quede desfasada en uno o dos años, pero no es tan caro en términos de los recursos disponibles del PRD”, considera.
Fuente:La Cronica